Una sombra alargada en el piso se desliza por debajo de la cortina. Raúl intenta sentarse para estar en guardia. Le duele la pierna y sujeta el bastón que tiene sobre la cama. Con los ojos inmóviles, el cuerpo rígido y un grito reprimido en la garganta recuerda las veces que Oscar, el gato, predijo…
