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Oscar, el gato que prevé la muerte

Una sombra alargada en el piso se desliza por debajo de la cortina. Raúl intenta sentarse para estar en guardia. Le duele la pierna y sujeta el bastón que tiene sobre la cama. Con los ojos inmóviles, el cuerpo rígido y un grito reprimido en la garganta recuerda las veces que Oscar, el gato, predijo la muerte de los enfermos. Al llegar a ese hospital no quiso creerlo, pero esa noche…

Una luz blanca se derramó sobre mi cuando abrí los ojos o creí abrirlos. Había salido del quirófano y pensé que ya estaba muerto, pero una cosquilla recorrió mis dedos, los mismos que había perdido en la recién amputada pierna. Ahí apareció Oscar con ese andar petulante, venía hacia mí y cerré los ojos; luego oí a la anciana que compartía el cuarto conmigo y comenzó a girar sobre sí; soltó un maullido y corrió afuera. Ahí no supe distinguir si lo intermitente era el sonido de la máquina conectada al pecho de la vieja o el silencio del hospital, no oía ni propia respiración, solo ese pito disminuyendo la frecuencia. Sentí náuseas y me esfumé en la oscuridad. No supe nada hasta el otro día, cuando escuché sobre la muerte de la vieja y mi exitosa recuperación.

Por primera vez Raúl se lamenta que la sombra debajo de la cortina no sea Oscar, fue quizás una enfermera o un paciente arrastrando el paso mientras moría la noche. Estaba esperando su llegada para darle con el bastón, porque a Raúl Santamaria no lo mataría un gato.

Ya todos tenían claro que Oscar era especial; incluso en ese ambiente científico donde todo es cuestionable, estaban seguros que el gato, luego de sus treinta aciertos, podía predecir la muerte.

Ganó el respeto de los doctores y el miedo de los pacientes, quienes rezaban ante el diploma colgado en el pasillo en Reconocimiento a su Poder, y que con el tiempo se hizo un altar con velones y hasta ofrendas.

Incrédulos, aduladores, me asquean verlos arrodillados ante una placa insignificante con la cara de ese gato, Ya verán cuando le dé en la frente con el bastón. Estarán felices porque dormirán… dormirán contentos cuando caiga el sol, soñando que pronto les dan de alta.

Pasaron seis meses y Raúl volvió a quirófano. Se mira el lugar donde tenia la pierna y piensa que no hace falta, si igual le faltaba otra. Entonces oye una voz “¡Oscar… Oscar!”. Aguza el oído y sospecha del anciano a quien nunca visita nadie. Mira por debajo de la cortina luchando con la oscuridad para ver si aparece Oscar. Busca el bastón a su alrededor, pero alguien lo quitó cuando estaba en quirófano. Se afana en sentarse y lo consigue. “¡Oscar… Oscar!”, la voz retorna con un gemido.

“Cállate, viejo maldito o te clavo la almohada en la boca”. Grité. Si seguía llamando al gato, este podría venir y yo estaba desarmado.

Vi el bastón en la silla y salté de la cama para alcanzarlo. Tropecé el jarrón de la mesita y una lluvia de vidrios me envolvió el brazo.

Desde la última operación de Raúl, Oscar presagió la muerte de una niña y una anciana; poco para lo acostumbrado. Algunos atribuyen el hecho al efecto de sus oraciones, las ofrendas y promesas, por lo que pidieron al doctor jefe habilitar un espacio para hacerle culto al gato. Raúl notó cómo en todos aumentaba la esperanza. Ahora la mayoría tenía estampitas de Oscar, unas tarjetas pequeñas a la venta en consejería.

Raúl permanece en cama y se recupera con optimismo de la amputación de su diestra, y si antes se alegraba de estar vivo y con lucidez, ahora está más contento porque aún le queda un brazo con su mano y el bastón; suficiente para el plan.

La madrugada en que Oscar rasgó el silencio del hospital con ese maullido feroz, hasta los doctores presintieron el desastre. Los pasillos se inundaron de viejos caminando a tientas y lustrosas enfermeras.

Por un altoparlante alguien pregonaba calma, pero lo que al principio fue murmullo de voces asustadas se expandió como un rugido por las paredes del hospital.

Cuando entraron al cuarto de Raúl, se llevaron las manos al rostro al ver al gato en el piso con una herida en la frente; a su lado el bastón de guayaba enchumbado en sangre evidenciaba al culpable.

Se persignaron y arrodillaron, gimiendo, hasta que la voz de la más anciana se alzó entre los balbuceos y decidida dijo a Raúl: “Miserable Judas”, tirándose sobre él con los ojos encendidos y las uñas afiladas. Uno a uno fueron sumando el resto de los pacientes, patadas, golpes, escupitajos y las débiles enfermeras retrocedieron, llamando sin mucho afán que vinieran a ayudarlas.

13 Comentarios

  • Yujeidys
    Posted 30/03/2025 at 9:33 AM

    Que bonito. Dios le bendiga Alcalde!

  • Yami Ruiz
    Posted 30/03/2025 at 9:34 AM

    Un placer leer cada uno de estos cuentos. Gracias por compartirlos!!

  • María Gil
    Posted 30/03/2025 at 9:52 AM

    Excelente cuento🫂

  • Garit Ortiz
    Posted 30/03/2025 at 10:24 AM

    Muy ocurrente,me gustó. Excelente.👋🏼👋🏼👋🏼

  • Carlos Rodríguez
    Posted 30/03/2025 at 10:32 AM

    Excelente lectura. Me hace recordar la larga historia de doctrinas religiosas. Creencias y mitos que a través de siglos, gran parte de la humanidad a depositado ciegamente los designios de la vida. También llegó a mi memoria cuando hubo el deslave de Vargas; ahora Estado La Guaira, la élite episcopal dijo que fue castigo de dios.

  • María Legón
    Posted 30/03/2025 at 10:42 AM

    Gracias por compartir cada uno de los cuentos en los que uno se sumerge en la lectura y se siente parte de alguno de los personajes..

  • Marian Angulo Gonzalez
    Posted 30/03/2025 at 11:27 AM

    Un buen cuento 😊 😊
    Las historias son puentes que nos conectan con diferentes mundos y experiencias. Cada cuento tiene el poder de enseñarnos, hacernos soñar y, sobre todo, de transportarnos a lugares mágicos.

    Gracias 🫂🫂🫂

  • Marilys Castillo
    Posted 30/03/2025 at 11:55 AM

    Excelente cuento me encantó, gracias por compartir su talento. Dios le continúe bendiciendo

  • Yoskary
    Posted 30/03/2025 at 12:27 PM

    Excelente relato,muy cautivador y un tanto escalofriante. Fascinante!
    Es bueno leer tan excepcional obra.

  • Dayana López
    Posted 30/03/2025 at 1:06 PM

    Me encanto tanto así que parecía estaba dentro de la historia lo viví tan real que me llevo a un mundo diferente… Gracias por elevar mi mente a lugares asombrosos

    • Colombo
      Posted 30/03/2025 at 10:33 PM

      Excelente y un deleite cada párrafo de ésta lectura; Pero no quiero ir al Br. Rafael Rangel y toparme con el espíritu de Óscar 🤭🫶🏻

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